Cultivar Un Jardín en Tu Interior
¿Cómo surge este concepto?
El tema que nos convoca hoy se lo dedico de lleno al concepto que inspiró este espacio de newsletter y a mi amiga María Argüello Pitt quien hizo que este llegara a mí. Ella es mi gran amiga/hermana del alma, es psicóloga e instructora de mindfulness.
Hace algunos años atrás y en plena pandemia, dictó uno de sus primeros programas mindfulness: “mindfulness y reducción del estrés” y me invitó a participar. En ese momento tan complicado, mis pensamientos no estaban siendo muy floridos que digamos…
En cada una de las clases ella iba explicando el mindfulness y la importancia de la atención plena y fue ahí cuando aprendí que la meditación es mucho más que sentarse en silencio. Ella iba guiando diferentes prácticas, una de ellas se llamaba “Tu mente es un jardín”
A partir de ahí no solo me convertí en su barra brava de propuestas (pues siempre participo de casi todas) si no que me enamoré del mindfulness, de sus conceptos y sus prácticas.
Me di cuenta que las meditaciones me refuerzan y enriquecen mi memoria visual y que con práctica me ofrecía la posibilidad de descansar en otros paisajes internos más amables de manera muy accesible cuando la vida se me hacía pesada. Fue ahí cuando la idea de un jardín interno me dio una frescura mental que me enamoró y se me hizo casi un destino innegociable.
Cuando no se donde ir, me voy a mi jardín interno.
Cuando me siento abrumada, me voy a mi jardín interno.
Cuando no se que me pasa, voy a mi jardín interno.
Esta metáfora me pareció tan hermosa y sensible como poderosa. Comencé a dibujarla, investigarla, a escribirla en mis cuadernos, a practicarla y sobretodo a HABITARLA.
Practicar la atención plena:
Dentro de las tantas cosas que el mindfulness me dio y sigue dando, la más significativa para mí fue entender que nuestros pensamientos son básicamente un loop infinito. Tendemos a tener miles y miles de pensamientos al día y la gran mayoría son negativos sin ni siquiera darnos cuenta. Básicamente somos un disco rallado de preocupaciones, miedos, angustias y algún que otro pensamiento más colorido. Si a todo esto le sumamos la rapidez del día a día, las tareas pendientes, las pantallas, las ideas y la infinidad de estímulos de hoy, nos convertimos en una nebulosa andante.
Pero por suerte todo esto tiene un rayito de luz y el mindfulness siempre te aporta prácticas muy bajadas a la realidad que nos ayudan a pausar un poco y hacernos más conscientes de todo esto y más.
La metáfora de “Cultivar un Jardín en el Interior” surge inicialmente del maestro zen Thich Nhat Hanh quien propone vernos como jardineros de nuestra propia mente. Observar nuestra mente como un terreno fértil y abundante donde podemos elegir e ir cuidando y cultivando lo que queremos sembrar, abonar, regar, cosechar y disfrutar. Es una tarea diaria que requiere de mucha dedicación más trae mucha gratificación y satisfacción. Alguna preguntas disparadoras para empezar a idear nuestro jardín:
¿Cómo podemos generar espacio nutritivo para cultivar las semillas que deseamos?
¿Cómo podemos observar con amor los pensamientos no tan nutritivos?
¿Cómo podemos despejar las malezas y convertirlas en abono?
¿Como podemos ofrecer asistencia a esas plantas/pensamientos que lo necesitan?
¿Qué deseo cultivar en mi jardín mental?
Los frutos del cultivo:
Sin dudas observar y cuidar mi propio jardín me permitió entender muchas cosas:
🌻 Soy un refugio interno seguro y cuidado
🌻 Comencé verme con una nueva mirada y una más compasiva,
🌻 Me reconozco como un terreno fértil y con posibilidad de ser transformada
🌻 Puedo explorar nuevos paisajes posibles en mi interior si así me lo permito
🌻 Reconozco la ciclicidad que me habita: soy todas las estaciones que me habitan. ningún jardín florece todo el año y que hay momento para todo. Hay momentos de cosechar los frutos, momentos de contemplar y disfrutar, momento de hibernar, momento de soltar follaje y podar como también el tan esperado florecimiento, pero todo sucede en el tiempo orgánico de las cosas.
🌻 Puedo hacerme cargo de mi propio jardín y entiendo que si yo no lo cuido, nadie más lo va hacer por mi.
Ahora bien, quizás te estés preguntando cómo hacer para entrar en contacto con tu propio jardín. Para explorarlo no hay recetas mágicas y no queda otra que poner manos a la obra o mejor dicho: manos a la práctica…
Abono Creativo:
Para adentrarte en tu propio jardín, te ofrezco 2 ejercicios prácticos:
🌻 Una Meditación guiada por mi amiga y hermana María Argüello ella es psicóloga e instructora de mindfulness y la pueden encontrar en redes como @mindfulmery
🌻 Un pdf imprimible “Registros de un Jardín” donde te invito a visualizar y dibujar tu propio jardín.
Consejo: te recomiendo primero escuchar la meditación guiada para un primer contacto con tu jardín y con tu respiración para luego pasar al PDF «Registros de Un Jardín»